jueves, 25 de agosto de 2011

Jananías coronado llama a la rebelión contra Yahveh


Ostentándose falso profeta, inaugura su concilio
Procesión inaugural, y Juan XXIII, émulo de Jananías, coronado con la Tiara. 
2400 mitrados con sus blancas capas al aire: La Revolución en Tiara y capa.
Del libro del profeta Jeremías: Dijo el profeta Jeremías al profeta Jananías, a vista de los sacerdotes y de todo el pueblo, que estaban parados en la Casa de Yahveh; dijo, pues, el profeta Jeremías: «¡Amen! Así haga Yahveh. Confirme Yahveh las palabras que has profetizado, devolviendo de Babilonia a este lugar los objetos de la Casa de Yahveh, y a todos los deportados. Pero, oye ahora esta palabra que pronunció a oídos tuyos y de todo el pueblo: Profetas hubo antes de mí y de ti desde siempre, que profetizaron a muchos países y a grandes reinos la guerra, el mal y la peste. Si un profeta profetiza la paz, cuando se cumpla la palabra del profeta, se reconocerá que le había enviado Yahveh de verdad.» Entonces tomó el profeta Jananías el yugo de sobre la cerviz del profeta Jeremías y lo rompió; y habló Jananías delante de todo el pueblo: «Así dice Yahveh: Así romperé el yugo de Nabucodonosor, rey de Babilonia, dentro de dos años completos, de sobre la cerviz de todas las naciones.» Y se fue el profeta Jeremías por su camino. Entonces fue dirigida la palabra de Yahveh a Jeremías en estos términos, después que el profeta Jananías hubo roto  el yugo de sobre la cerviz del profeta Jeremías: «Ve y dices a Jananías: Así dice Yahveh: Yugo de palo has roto, pero tú lo reemplazarás por yugo de hierro. Porque así dice Yahveh Sebaot, el Dios de Israel: Yugo de hierro he puesto sobre la cerviz de todas estas naciones, para que sirvan a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y le servirán (y también los animales del campo le he dado...).» Dijo también el profeta Jeremías al profeta Jananías: «Oye, Jananías: No te envió Yahveh, y tú has hecho confiar a este pueblo en cosa falsa. Por eso, así dice Yahveh: He aquí que yo te arrojo de sobre la haz del suelo. Este año morirás (porque rebelión has predicado contra Yahveh).» Y murió el profeta Jananías aquel mismo año, en el mes séptimo. (Jeremías 28:5-17)


Discurso inaugural del Concilio: Juan XXIII predica, igualmente, la rebelión contra Yahveh.

 "4. Hay, además, otro argumento, Venerables Hermanos, que conviene confiar a vuestra consideración. Para aumentar, pues, más aún Nuestro santo gozo, queremos proponer -ante esta gran asamblea- el consolador examen de las felices circunstancias en que comienza el Concilio Ecuménico.

En el cotidiano ejercicio de Nuestro pastoral ministerio, de cuando en cuando llegan a Nuestros oídos, hiriéndolos, ciertas insinuaciones de algunas personas que, aun en su celo ardiente, carecen del sentido de la discreción y de la medida. Ellas no ven en los tiempos modernos sino prevaricación y ruina; van diciendo que nuestra época, comparada con las pasadas, ha ido empeorando; y se comportan como si nada hubieran aprendido de la historia, que sigue siendo maestra de la vida, y como si en tiempo de los precedentes Concilios Ecuménicos todo hubiese procedido con un triunfo absoluto de la doctrina y de la vida cristiana, y de la justa libertad de la Iglesia.
 Nos parece justo disentir de tales profetas de calamidades, avezados a anunciar siempre infaustos acontecimientos, como si el fin de los tiempos estuviese inminente."   (Del discurso de Juan XXIII en la apertura del Concilio Vaticano II --GAUDET MATER ECCLESIA-- predicando, en el mismo espíritu, la misma rebelión de Jananías. Moriría igualmente meses después. Todos los documentos de Vaticano II serían promulgados por su sucesor. La revolución en tiara y capa había comenzado.)
Sucintamente, Juan XXIII condenó, en todos los profetas de calamidades, a todos los profetas verdaderos. Y al anunciarse imbuido del espíritu contrario, el espíritu de Jananías y de todos los falsos profetas, marcaba indeleblemente al Concilio con el espíritu de Satanás.


"Y apareció otra señal en el cielo: un gran Dragón rojo, con siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas siete  diademas. Su cola arrastra la tercera parte de las estrellas del cielo y las precipitó sobre la tierra." (Apocalipsis 12:3-4)
La larga cola blanca tomaría pronto el color rojo del Dragón que las arrojaba sobre la tierra. El materialismo sustituía a la espiritualidad. Lo trivial a lo sagrado. La democracia --en la liturgia misma-- a la realeza de Jesucristo. Comunistas fueron Juan XXIII, Paulo VI, Juan Pablo II. ¡Aunque usted no lo crea!


Y nadie quería caer en cuenta 

Hablando en católico, falso profeta ha sido siempre el portador de buenas nuevas a los pecadores en vez de llamarlos al arrepentimiento; justificándolos, de esa manera, en su conducta. Al venir el inevitable castigo por sus pecados tomarían a Dios por engañador provocando mayor rebeldía aún de parte de los hombres. Los falsos profetas eran y son, por tanto, los peores enemigos de Dios. 

Que todos los obispos hayan tomado a Jananías por Pedro sin protestar su discurso, pone en evidencia el cáncer mortal, señala la apostasía generalizada como endémica, y marca el cumplimiento de La Salette. De esa tumba habrá de resucitar la Iglesia saliendo del eclipse anunciado por la Santísima Virgen.
Una pandilla comunista se adueñó de la Iglesia

Como era de esperarse tras el homicidio de S.S. Pío XII, la palabra dejaba de ser católica para volverse revolucionaria. Dejaba la Sagrada Escritura para tomar el espíritu del mundo.  Juan XXIII, falso profeta y falso cristiano arrojaba al olvido no solo la condición de pecador que acompaña a todo hombre desde el pecado original, condición en la que la Iglesia había insistido y pregonado desde sus orígenes; sino que llamaba, optimistamente, a la consideración contraria, diciendo de los hombres del momento: "Cada día se convencen más de que la suprema dignidad de la persona humana, así como su perfección y las consiguientes obligaciones, son asunto de suma importancia". Y esto en descarada oposición a los hechos del momento. El falsario acababa de ser testigo de casi cien millones de víctimas en las guerras mundiales, de la era y de la carrera armamentista nuclear que estaba en auge. Y no era capaz de llamar al hombre a la conversión y al arrepentimiento. Su falsedad provenía del padre de la mentira. Su tiara, del homicidio de su predecesor.

 Todo, en resumen, para demostrar que la Iglesia había perdido la Biblia, la cordura, y la dirección del Espíritu Santo. Pero nadie caía en cuenta, ya que el papa, por ser el papa, no podía ser comunista. Poco tiempo después, el sacerdote periodista y cronista del concilio Don José Luis Martín Descalzo, toledano, en relación con la liturgia escribía en la época: "La muerte de Pio XII fue recibida con alegría delirante por los descarriados del Movimiento: la ortodoxia implacable que el Papa había mantenido en las Reformas no era de su gusto. Hacía falta un Papa que comprendiera el problema del ecumenismo...Y si en vez de delirante hubiera escrito "alegría de salvajes" habría estado más a tono con el marxismo-leninismo que estaba empapando de sangre el orbe.


Contradecía Juan XXIII las palabras del santo papa Pío X que veía, décadas antes, un mundo enfermo de apostasía, situación que empeoraba; las de Pío XI que condenaba el dominio mundial de los totalitarismos militaristas y ateos, y la infestación de la Iglesia por enemigos ocultos denunciada por todos los papas desde La Salette; y en vez de llamar al hombre a la fe y a la cordura fijaba su esperanza en el hombre sin fe, porque: “cada día se convencen más de la suprema dignidad de la persona humana. . . La misma cantaleta que vimos con Juan Pablo II, y la línea que seguiría el Concilio: Pastoral para degradar la teología en sociología; y la sociología en zoología, y la zoología en confusión para acabar metiendo a los lobos en el corral de las ovejas perdiéndose así todo discernimiento humano como vimos en Asís con Juan Pablo II.

Tan solo un año antes, en 1961, los comunistas habían levantado el Muro de Berlín; pero obviamente, lo que los comunistas hicieran no podía disminuir el optimismo de un comunista. Y ese mismo año de 1962 había estado el mundo al borde de la guerra nuclear por los misiles que habían colocado los comunistas en Cuba. Cuba dentro del comunismo ateo era motivo para exclamar que: Para aumentar, pues, más aún Nuestro santo gozo, queremos proponer -ante esta gran asamblea- el consolador examen de las felices circunstancias en que comienza el Concilio Ecuménico. Esa era la única cordura constatable que el falso profeta, precisamente por falso, tenía para afirmar su desmedido optimismo y su idolatría del hombre irrepento.

Cuando el que fuera consultor de la Agencia Federal de Investigaciones (F.B.I.), Paul L. Williams, publicó  documentos oficiales de la misma agencia en su obra "The Vatican Exposed" (Amherst, NY: Prometheus Books, 2003), pp. 90-92, que Angelo Giuseppe Roncalli (entonces cardenal arzobispo de Venecia) era mal visto por sus simpatías comunistas, el asunto era ya de darse por descontado; ya que como Juan XXIII su entrega a la causa de la Dictadura Roja había moldeado el Concilio. Pero vamos por partes. Primero veamos lo averiguado por el F.B.I.

En 1954 el Conde Della Torre, editor de L’Osservatore Romano, puso en guardia a S.S. Pío XII sobre las simpatías de Roncalli hacia el comunismo. Otros miembros de la nobleza vaticana expresaban preocupaciones similares. La misma preocupación dominaba ya en las agencias de inteligencia estadounidenses, las que integraban ya gruesos expedientes no solo sobre Roncalli, sino sobre otros miembros del Vaticano entre los que hoy destaca el nombre de quien seria Paulo VI. Según la fuente, Pío XII había elegido al Cardenal Giuseppe Siri de Génova como el candidato ideal para sucederle. E igualmente afirman que fue electo papa en el cónclave de 1958 pero obligado a renunciar con amenazas sobre la vida de los católicos encerrados por la “Cortina de Hierro”. Esto explicaría fehacientemente el hecho del que fuimos testigos del humo blanco que anuncia nuevo papa; humo blanco por más de cinco minutos concurrente con la algarabía de la gente que llenaba la plaza y el movimiento acelerado de periodistas y cámaras de cine de las agencias noticiosas. Para sorpresa de todos, pasado ese largo rato el humo volvió a salir negro. Hubo incredulidad e indignación que en el momento, fuera de las noticias publicadas por algunos periódicos dejarían el asunto en la intrascendencia. Pero la retrospectiva no deja lugar a dudas de que, la violencia contra Pío XII, lejos de disminuir, arreciaba ahora contra un cónclave tomado rehén por el terrorismo marxista ejercido, vía de amenazas, contra las víctimas siempre inermes de las tiranías comunistas. 

A partir de Juan XXIII el comunismo dejaba de ser condenable. El valladar que fue la Iglesia contra el ateísmo marxista en lo doctrinal, y la militancia católica contra la maquinaria político militar del marxismo-leninismo en lo político caía virtualmente por tierra ante los sofismas del agitador más eficiente que hubieran podido soñar un politburó. Su primera encíclica "Pacem in Terris" introdujo dos principios que valdrían de inmediato más de un millón de votos para el partido comunista: 1-Distinguir entre el error y el que lo profesa, y 2.-distinguir entre filosofías y corrientes históricas. Conforme al primero, el error es condenable pero el que lo profesa no. Esto es política ficción en su máxima expresión. Ya puede votar por Stalin blanqueado por el "pontífice". Conforme al segundo dice Juan XXIII: " Porque una doctrina, cuando ha sido elaborada y definida, ya no cambia. Por el contrario, las corrientes referidas, al desenvolverse en medio de condiciones mudables, se hallan sujetas por fuerza a una continua mudanza. Por lo demás, ¿quién puede negar que, en la medida en que tales corrientes se ajusten a los dictados de la recta razón y reflejen fielmente las justas aspiraciones del hombre, puedan tener elementos moralmente positivos dignos de aprobación?"

Pero Roncalli, si en querer ver "elementos moralmente positivos dignos de aprobación" aunque en medio del odio a la fe, la negación de Dios, y la conquista por la violencia ¡ es en lo que consiste TODA LA PROPAGANDA COMUNISTA ! Esto confirma el color de la revolución que predicaba en la apertura del Concilio, el color del Dragón Rojo del Apocalipsis.

Y los resultados en las urnas de Italia:
 "En las elecciones para la Asamblea Constituyente de 1946, las primeras que se celebraron tras la caída del fascismo, el Partido Comunista Italiano obtuvo 4.356.686 votos, es decir, el 19 por 100 de los sufragios emitidos. Sólo dos partidos lograron superarle en cuanto a número de votos: la Democracia Cristiana, que obtuvo 8.080.664 votos, o sea el 35,2 por 100, y el partido Socialista Italiano, que consiguió 4.758.129 sufragios, es decir, el 20,7 por 100. Veintidós años más tarde, la situación es totalmente distinta. En las últimas elecciones políticas, las del año 1968, el partido comunista ha obtenido 8.551.397 votos, equivalentes a un 25 por 100 de los sufragios válidos. La diferencia con respecto a 1946 es, en cifras absolutas, de 4.194.711 votos".(EL MOVIMIENTO COMUNISTA EN ITALIA  - Francesco Leoni. p.142)
 
Y los resultados en el Concilio:

Dolidos por su muerte
El padre Ralph Wiltgen S.V.D., el cronista más prestigiado del Concilio nos dice en su "The Rhine Flows into the Tiber" pp. 272-78; que el 3 de diciembre de 1963 el Arzobispo Geraldo de Proença Sigaud presentó, firmada por doscientos obispos, la solicitud a Paulo VI de que el comunismo fuera condenado por el Concilio (Esto era obligado dadas las más de ciento treinta condenas de Pío XII contra el comunismo). Pero doscientos obispos se quedaron esperando en vano. La respuesta de los revolucionarios del llamado Grupo del Rhin sería que fuera "el ateísmo" en lugar del comunismo el que fuera condenado. En varias instancias obispos provenientes de los países sojuzgados por el comunismo pidieron su condena. Antes de que concluyera el Concilio, la misma petición se repetiría por 450 padres conciliares que aunque encabezados por Sigaud, Carli y Lefebvre daban el protagonismo a Carli por razón de la animosidad de la prensa hacia la posición católica cuyos adalides eran. El padre Wiltgen boletinó el asunto hallando eco en la prensa italiana pero todos los esfuerzos resultaron inútiles. El Concilio Vaticano II jamás condenó al comunismo. Se hizo obvio que no iban a condenarse a sí mismos.

De igual forma que con su predecesor Juan XXIII, comunistas y masones harían patente su dolor por la muerte de los papas de la anti-iglesia. Arriba un pegoste del Partido Comunista Italiano con el que tapizaron la ciudad de Roma.

Anibal Bugnini y los resultados en la Sagrada Liturgia 
Anibal no es nombre cristiano. No hay un San Anibal. Por el contrario: Anibal, cuyo significado es "Favorito de Baal", siendo Baal el ídolo más nefasto de los registrados por la Sagrada Escritura, el ídolo al que los israelitas llegaron a sacrificar a sus hijos, es, simbólicamente, anticristiano. Adicionalmente, Anibal fue el general cuyo padre, Almicar Barca, obligó desde su infancia a jurar odio eterno a Roma. Y para la Era Cristiana que nos ocupa, la mayor gloria, y gloria multisecular de Roma, es la misa. La elección de un Anibal, por tanto, para reformar la liturgia de la misa podía ser cualquier cosa menos accidental.
En la revista especializada en asuntos vaticanos "30 Dias" del mes de junio de 1992, apareció el artículo de Andrea Tornielli que exhibía la correspondencia entre el fautor de la nueva misa en vigor desde 1970 hasta hoy, Annibale Bugnini, y su superior en la masonería. Bugnini, cuyo nombre en clave era "Buan" recibió, fechada el 14 de julio de 1964 la siguiente:

"Querido Buan: 
"Te informamos de la misión que el Consejo de Hermanos te ha asignado de acuerdo con el Gran Maestre y los príncipes del Trono, por la cual te hacemos cargo de propagar la descristianización por medio de la confusión de ritos y lenguas, así como de enemistar entre sí a sacerdotes, obispos y cardenales. Lograr una Babel lingüística y ritual será nuestra victoria; ya que la unidad lingüística y ritual ha sido la fortaleza de la Iglesia. Todo esto debe lograrse en el plazo de una década".


Es tres años después, el 2 de julio de 1967, que Bugnini puede reportar su éxito:

"Incomparable Gran Maestre: Los pasos conducentes a la desacralización están siendo tomados rápidamente. Se promulgó una nueva instrucción que entró en vigor el 19 de junio pasado. Ya podemos cantar victoria, ya que la lengua vernácula reina en toda la liturgia, aún en sus partes más esenciales. . . Existe la máxima libertad de elección en los diversos formularios admitiendo aún iniciativas personales, y . . .el caos. . . En resumen, creo haber sembrado las semillas para el mayor libertinaje dentro del documento de conformidad con sus instrucciones. Frente a mis enemigos de la Congregación de Ritos he tenido que luchar fuertemente y hacer uso de toda estratagema para obtener su aprobación final por el papa. Afortunadamente para nosotros obtuvimos el apoyo inmediato de nuestros amigos y hermanos en la Universa laus, que nos son fieles. Os agradezco la suma enviada, y con la esperanza de veros pronto, os abrazo. Vuestro hermano Buan".
 Annibale Bugnini
Pablo VI presentando la obra maestra de Bugnini: la Constitución Apostólica Missale Romanum el 3 de abril de 1969

El Apocalipsis lo anuncia, y Paulo VI lo presume
Con el ephod, distintivo del príncipe
del Sanhedrín,como lo llevara Caifás

 
 Tocó el quinto Angel... Entonces vi una estrella que había caído del cielo a la tierra. Se le dio la llave del pozo del Abismo. Abrió el pozo del Abismo y subió del pozo una humareda como la de un horno grande, y el sol y el aire se oscurecieron con la humareda del pozo.
(Apocalipsis 9:1-2) Una estrella caída es un elegido que ha caído del lugar al que estaba predestinado en el cielo. Se entiende que la caída es definitiva. Concuerda con la filiación a la masonería y al partido comunista de Angelo Roncalli (Juan XXIII). Al recibir las llaves del papado las utilizó de manera contraria: para cerrar los caminos de salvación y abrirle la puerta a todos los diablos.
Los efectos del Concilio Vaticano II fueron esos: oscuridad y confusión. Aguas turbias fue igualmente la expresión, y se concretaba por la mafia dominante venida del Rhin para adentrarse en el Tiber.

"Por algún resquicio, los humos de Satanás se han metido en la Iglesia". Paulo VI, a los siete años de haber concluido el Concilio en balance preciso (y presuntuoso) de los resultados.

Y el "requicio" era un zaguán oculto llamado Montini
Desde 1922 ingresó Montini en la Secretría de Estado. Tenía apenas 25 años de edad, pero había tomado un lugar dentro de la élite vaticana, ingresaba a puestos de la máxima confianza dentro de la administración suprema de la Iglesia. Como Sustituto de Relaciones Ordinarias de la Secretaría de Estado del Vaticano desde 1937, y a partir de 1939 como Secretario de Asuntos Eclesiásticos Ordinarios ocupaba el puesto principal para decidir que sacerdotes sería elegidos para puestos clave en todas las diócesis del mundo. Quienes serían elegidos obispos para a su vez ordenar o rechazar a los candidatos al sacerdocio. Para que los planes del Alta Venta pudieran llevarse a cabo, y la Iglesia pudiera entregarse al enemigo, el hombre clave tenía que ser Montini. Y lo fue. Caería también en consecuencia al descubrir Pío XII a Alighiero Tondi, el espía comunista que tomaba los datos de los sacerdotes que enviaba Pío tras la Cortina de Hierro. Como ayudante de Montini, Tondi los tomaba de la Secretaría de Estado para retransmitirlos a los comunistas dando lugar al inmediato fusilamiento de estos tras la Cortina de Hierro. Alhigiero Tondi, emboscado dentro de la Compañía deJesús saldría esposado del Vaticano para cumplir dos años de cárcel en Roma. Descubierto el complot comunista todos los ascensos fueron frenados, y ningún capelo cardenalicio fue otorgado en adelante por Pío XII. Montini fue exiliado a Turín donde, al negársele el cardenalato automático correspondiente al puesto quedaba por este medio denunciado. El asunto era demasiado delicado para permitir un escándalo, pero los observadores quedaban debidamente enterados. Tristemente para Su Santidad el descubrimiento de Montini no llevó, oportunamente, al descubrimiento del Arquiatra Riccardo Galeazzi- Lisi. Dos jugadas magistrales de Judas habían producido una guarida de toda clase de aves inmundas y detestables (Ap 18:2) para un escándalo universal y desprestigio de la Iglesia en años por venir. Ante hechos consumados y tristemente irreparables nada quedaba por hacer ya en 1954. Pío XII, sin embargo, diría en su último discurso a las juventudes de Italia que la Iglesia esaba ya tan indefensa ante sus enemigos como Jesús camino al Calvario. La Iglesia debe seguir a Su Señor para poder resucitar gloriosa con Él.
El futuro Pío XII y su ya ayudante Montini (estrema derecha) 1938.
 El P. Pío de Pietrelcina encargó al P. Luigi Villa un estudio a fondo de los alcances de la infiltración masónica dentro de la Iglesia Católica que hoy aparecen publicados en Internet para conservarse en PDF. Por su interés para completar lo dicho sobre Montini- Paulo VI fijamos aquí el link correspondiente: Infiltración masónica, Montini (Paulo VI). Por P. Luigi Villa
   
 III.- De la muerte de Pío XII hasta el Concilio
Gritó con potente voz diciendo: «¡Cayó, cayó  la Gran Babilonia! Se ha convertido en morada de demonios,  en guarida de toda clase de espíritus inmundos, en guarida de toda clase de aves inmundas y detestables. (Apocalipsis 18:2)
Bella Dodd
Como fue posible que la Roca de la Pureza se metamorfoseara a la vsta de las naciones en la cúspide de la pederastia, y la fortaleza pietrina de los dogmas preclaros de la cristiandad se transmutara en un oceano de confusiones doctrinales solo puede explicarse por la sustitución de los protagonistas de los siglos pasados como fueron los santos agustinos, franciscanos, dominicos; y finalmente los grandes de Ignacio y de Trento por sus antítesis, por toda clase de espíritus inmundos que hicieron del episcopado católico y del Vaticano una guarida de toda clase de aves inmundas y detestables. La fe de San Pablo y san Agustín; la cátedra de Anselmo y de Sto. Tomás; el espíritu combativo de San Pío V y de San Pío X, iba a ser, todo él, abiertamente contrariado. Wiclifio y Lutero resurgían con sus adeptos, y los nombres de Frings, Bea, Congar, Schillebeckxx, Küng, Lienart, Suenens, Ratzinger etc., recordaban una pléyade que el Dragón arrastraba con la cola:
 
La doctora (en derecho) Bella V. Dodd (1904–1969) que fuera dirigente del partido comunista en los EE.UU. entre 1930 y 1949 volvió a la fe, y se dedicó a dar conferencias alertando: “Yo, en lo personal, coloqué a más de mil cien agentes comunistas en seminarios católicos. Hoy (1954) se encuentran en los más altos puestos de la Iglesia muchos de ellos como obispos y cardenales”. Eso mismo ocurría de manera silenciosa en todos los países de Europa y América. Explica el gran número de pederastas y de obispos y cardenales escandalosos. Explica que la organización interna dominante en el concilio fuera dominantemente herética, y que la etapa posconciliar fuera peor que la conciliar. La obra de Montini.

 Y apareció otra señal en el cielo: un gran Dragón rojo, con siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas siete  diademas. Su cola arrastra la tercera parte de las estrellas del cielo y las precipitó sobre la tierra. (Apocalipsis 12:3-4) 

Y nadie puso en duda, ni la registra como tal la historia, que la larga procesión de "Tiara y Capa" que entraba en la Basílica de San Pedro de Roma ese jueves,11 de octubre de 1962, día de la apertura del Concilio Vaticano II, no formara en ella a las estrellas del cielo. Pero el discurso inaugural del sujeto regordete que la presidía en funciones papales tampoco dejaba duda de que la larga cola de los 2400 "padres conciliares", obispos mitrados siguiendo a la Tiara con sus capas al aire representaba ya las intenciones del Alta Venta, 


(Artículo por completarse)